lunes, 19 de abril de 2010

PROGRAMA DE CAMPAÑA

Programa de campaña Lista 1

Consejo Superior Universitario – Consejo Académico Universitario UTP

José Amner Velásquez - Consejo Superior

Juan Daniel Castrillón – Consejo Académico

Jhonny Alejandro Marín – Consejo Académico

Presentación:

Hoy más que nunca se corrobora en la practica la veracidad de la sentencia “toda idea de universidad contiene una idea de sociedad”. En este sentido deben girar nuestras reflexiones actuales, en tanto si la UTP, como universidad pública, aporta desde múltiples campos a la construcción de una ciudad, una región y un país donde la ciencia, el arte, la pedagogía y la investigación sean motores de desarrollo, de inclusión social, de sociedad democrática. Si nuestra universidad y los estamentos que la conforman, están a la altura de los retos impuestos por las circunstancias, eso debe responder a la creación de una universidad crítica, creadora y transformadora, pese al contexto pretendidamente unanimista, donde la construcción de una propuesta de país se ve con recelo y desconfianza.


La universidad, como la conocemos hoy, ha sido un laboratorio de reformas que buscan implantar una lógica empresarial, de negocio, de estructura vertical en donde nuestro papel no es aportar a la construcción del conocimiento y la elaboración de nuevas tesis, sino, en gran medida dedicada ha la simple reproducción de lo que ya está, a la adecuación del aparato educativo al contenido de los tratados de libre comercio, de déficits financieros, de recortes a los contenidos académicos, puesto lo que se ha visto es la reasignación del presupuesto público a la guerra y al pago de la deuda externa. El objetivo fundamental es generar un aparato educativo de amplia cobertura para un sistema económico débil en el sector primario y centrado en el sector terciario, dedicado a la exportación de productos agrícolas y mineros y a la importación de ciencia y tecnología.


Se suma a este escenario la perdida consecutiva de derechos fundamentales, característica del Régimen actual, frente a las distintas propuestas de universidad que recrea el mundo Universitario; la generación de redes de informantes en las universidades, el ingreso del ESMAD a las instalaciones universitarias y en especial, la supresión de los derechos sociales, políticos y civiles por parte del Estado, violando el principio de la Autonomía Universitaria, para garantizar la implementación de políticas y reformas gubernamentales, sin tener en cuenta las diferentes concepciones de universidad y sociedad que en nuestras aulas se formulan y discuten. Desde la universidad no sólo deben surgir las resistencias, sino también las alternativas a tales realidades. Estas alternativas, desde lo académico, lo artístico, lo político y las distintas expresiones de participación del estudiantado son nuestro principal quehacer y tiene que ver con nuestro particular compromiso.


La representación estudiantil debe ser un medio que permita interpretar correctamente las múltiples expresiones estudiantiles para continuar avanzando en el proceso de cualificación académica y organizativa. Esto sólo será posible si los propios estudiantes mantienen en alto la consigna de la defensa irrestricta de la universidad pública, que hoy más que nunca, es la salvaguardia y el espacio donde se ha de promover la construcción de una verdadera sociedad democrática en Colombia.


DESDE NUESTRA PERSPECTIVA LA REPRESENTACIÓN ESTUDIANTIL PROPENDERÁ POR:


1. Ejercer la autonomía y materializar la democracia universitaria.


La autonomía universitaria es un derecho constitucional que debe ser ejercido por el conjunto de la comunidad que conforma la UTP; en este sentido debemos construir y practicar un nuevo concepto de democracia que potencie la participación colectiva. Por tal razón proponemos:


1.1 Reformas académicas y administrativas de carácter democrático.


Las reformas académicas y administrativas no pueden seguir siendo el resultado de las decisiones del rector, del núcleo asesor de la administración y de sus funcionarios de confianza, caso evidenciado en la reestructuración de bienestar universitario y responsabilidad social las cuales fueron fusionadas sin el debate colectivo necesario.


Las reformas deben hacerse a partir de una discusión abierta donde el ejercicio antidemocrático, la mercantilización y la estandarización no tengan cabida. La discusión amplia, seria y profunda es la que ha de conllevar a que se construya una reforma académica democrática, que garantice la calidad académica y el mejoramiento de los contenidos curriculares, entendiendo estos alrededor de las necesidades sociales mas apremiantes y que permitan la construcción de alternativas desde la universidad para el progreso de la sociedad, que tenga como perspectiva el desarrollo de nuestra economía, de nuestra cultura, de la democracia, de la investigación y de la universalidad del conocimiento.


1.2 Elección democrática de autoridades académico administrativas. En la universidad la administración debe de ser garante para un buen desarrollo del funcionamiento de la academia, esto apelando a la democracia y a la participación como principio rector, es por esto que debe ser la propia comunidad universitaria quien defina los criterios y los mecanismos de elección en función de ampliar el espectro democrático para la toma de decisiones, siempre favoreciendo la calidad y la pertinencia.


1.3 La construcción de la organización gremial estudiantil de la UTP.


Esta es la mejor herramienta que tenemos los estudiantes para garantizar una participación permanente en la elaboración de las políticas académicas, la definición del rumbo institucional y la defensa de nuestros intereses. Será compromiso esencial el impulsarla; no sólo como catalizador de la movilización, sino como elemento cualificador de la propuesta de universidad alternativa a realizar. Por tal motivo la representación se compromete con la defensa de los espacios democráticos y de participación del estudiantado, como lo son las asambleas, los consejos estudiantiles y demás formas organizativas que dinamicen el poder conseguir los intereses de los estudiantes y que contribuyan a la discusión de las reformas académicas y administrativas, realmente necesarias.


2. Un adecuado bienestar estudiantil


Si bien no hay una critica directa a la existencia de una vicerrectoría de bienestar universitario, no compartimos que se fusionen la oficina de responsabilidad social y la de deserción estudiantil, porque esta ultima debe de ser garante de la permanencia del estudiante en la UTP. Esta reconfiguración de la responsabilidad de bienestar universitario ha traído graves consecuencias, entre las que se cuenta el recorte de las horas de monitoria y de las monitorias en si mismas; la inestabilidad para los monitores y la no recepción de nuevas solicitudes. Exigimos que cese el desorden administrativo, que aumenten las monitorias en proporción al aumento de la población universitaria, en especial de aquella que proviene de los estratos más vulnerables. Es innegable que, frente a las constantes dificultades que enfrentan los jóvenes estudiantes de la UTP, el presupuesto para bienestar cuenta con recursos insuficientes, que no garantizan la permanencia en la universidad de muchos estudiantes por razones académicas, familiares y principalmente económicas. En este sentido, la lucha desde la representación estudiantil, de la mano con los estudiantes, debe ser la continuación de la exigencia al gobierno nacional de mayores recursos para las universidades, y que a su vez, exista una reorientación de las prioridades de los gastos de bienestar. Entendemos que para el Bienestar universitario la prioridad debe ser la comunidad estudiantil; los recursos de bienestar se deben centrar en la satisfacción de las necesidades principales de los estudiantes, las cuales son: alimenticias, habitacionales, de transporte, de salud y de ayudas al buen rendimiento académico. Además es necesario continuar posicionando a la UTP como institución generadora de cultura y deporte en el país.


3. La calidad académica.


Lo imperante en este aspecto es impulsar una política académica integral en la UTP, no basada en los ECAES y en los indicadores de gestión formulados desde el ministerio de educación, sino en sólidos conceptos que ubiquen la institución como referente en calidad académica e investigativa, donde la política de flexibilización y el recorte de los contenidos de las carreras no sean prioridad por parte de la Administración, si no que por el contrario, la formación integral permita la formación de hombres y mujeres capaces de enfrentar un mundo dinámico en el cual puedan proponer elementos innovadores para su trasformación. Por lo anterior proponemos:


Investigación ligada a la docencia. Este es un eje central de la calidad académica de la UTP que se ha venido deteriorando, proceso que debe ser detenido por medio de la participación real de profesores y estudiantes en el desarrollo de los diferentes proyectos de investigación, que desde luego han de responder a las necesidades de la región y el país.


Ampliación de la planta docente. Necesitamos profesores dedicados de tiempo completo a la Formación integral de los estudiantes de la UTP, de acuerdo al incremento de la población estudiantil, a su propio desarrollo académico y al avance de la ciencia, el arte, la cultura y la investigación. En este sentido compartimos la exigencia de llenar las vacantes existentes en la planta actual y la exigencia de ampliar dicha planta.


Cobertura responsable con la calidad. Propugnamos por mantener índices de cobertura proporcionales a la capacidad docente y de infraestructura (buenos laboratorios, materiales, equipos informáticos, planta física suficiente, etc.…) que garanticen un proceso de aprendizaje de calidad y en condiciones dignas. Esto ira de la mano con la movilización estudiantil para continuar exigiendo al gobierno nacional mayores recursos, que permitan el buen funcionamiento de la Universidad; es decir, estamos por el aumento de la cobertura sin sacrificar la calidad académica.


4. No al alza del costo de las matriculas en la UTP


Nos oponemos a cualquier alza en el costo de las matriculas y a que el costo de las matriculas de la UTP sean similares a las de las universidades privadas.


5. La defensa de los derechos humanos y la no estigmatización de la universidad publica


En un escenario de rechazo contundente a las políticas del gobierno, uno de nuestros compromisos desde la representación estudiantil es la defensa de las garantías y condiciones democráticas para el ejercicio pleno de los derechos a la organización, la movilización y la protesta. Seguiremos denunciando los casos de violación de los derechos humanos, exigiendo de manera permanente del gobierno nacional una actitud que respete estas condiciones alejándose de la estigmatización al movimiento universitario y sus justas reivindicaciones, y el cese de la represión de toda manifestación democrática de los diferentes estamentos.